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Joe Biden le hace la corte a los Hermanos Musulmanes para intentar combatir a Trump

En Estados Unidos, a partir de 1990, las administraciones demócratas sucesivas han juzgado oportuno reforzar la influencia de los Hermanos Musulmanes y, bajo la administración Obama, en el seno mismo del gobierno. Para Alexandre del Valle, este intento de cortejar al electorado musulmán podría volverse contra los demócratas al persuadir a quienes temen el separatismo islamista que Trump es el mejor garante de la seguridad nacional.



Si bien los musulmanes no representan más que el 1% de la población total de Estados Unidos, su número es considerable en los principales Estados del “campo de batalla”, los swing States, como Florida y Michigan. «En Michigan, por ejemplo, Trump se había distanciado de su rival solo en 10.000 votos, lo que indica el papel que tienen los electorados minoritarios como “eje/bisagra”; además, según nuestras investigaciones, hay aproximadamente 150.000 electores musulmanes inscritos en Michigan», se congratula Wa’el Alzayat, el influyente director general de EmgageAction, un lobby islamista electoral prodemócrata sobre el que volveremos más adelante. Recordemos que en febrero de 2016, tras un atentado terrorista en San Bernardino, California, y el llamamiento de Trump para impedir los viajes procedentes de algunos países musulmanes, Ozana había visitado por primera vez la Sociedad Islámica de Baltimore, su primer visita a una mezquita, a pesar de que se trata de un feudo de los Hermanos Musulmanes.


Joe Biden sigue los pasos pro Hermanos Musulmanes de Clinton, Obama y Sanders


En 2019, Joe Biden se había mostrado muy amigable con la Sociedad Islámica de América del Norte (ISNA sus siglas en inglés) en el marco de esta misma carrera demócrata en busca de los votos islamistas. Asombrosamente “rehabilitada” por la administración Obama, la ISNA, vinculada a los Hermanos Musulmanes, tiene una larga historia de integrismo, antisemitismo y de apoyo al terrorismo palestino de Hamas.


En 2009, algunos documentos del FBI, descubiertos durante el juicio por terrorismo a la Holy Land Foundation, confirmaron que la organización había sido co-conspiradora y cofinanciadora de las células palestinas terroristas de los Hermanos Musulmanes a través de los “Comités Palestina”. A pesar de ello, la ISNA atrajo a personalidades importantes en ocasión de su Convención Demócrata anual, organizada en Houston, y en especial el cómico Trevor Noah, la activista Linda Sarsour, el esgrimidor olímpico Ibtihaj Muhammad (vía vídeo), el primer ministro pakistaní Imran Khan, y el excandidato a la presidencia, apoyo de Joe Biden, Bernie Sanders. Este último subrayó la necesidad de «forjar coaliciones progresistas y reforzar la solidaridad entre las comunidades si un candidato demócrata espera derrotar al presidente Trump en 2020». En resumen, una alianza “islamoizquierdista” contra el injuriado candidato republicano Trump.


Recordemos que con ocasión de las primarias, Sanders ya había recibido el aval de numerosos elegidos y grupos musulmanes, entre los cuales los representantes Ilhan Omar y Rashida Tlaib, las dos primeras mujeres musulmanas elegidas a la Cámara. Hablando ante los 6.000 participantes en el fórum, Sanders adaptó cuidadosamente su retórica multiculturalista-islamófila a su público afirmando que la defensa de los lobbies islamistas ayudaría a la «lucha social en favor de los pobres» y al antirracismo, recordando a su auditorio que él había protestado contra la prohibición, emitida por la Administración Trump, de entrada para los viajeros procedentes de ciertos países musulmanes. Para este prominente excandidato demócrata a la presidencia, dirigirse a la conferencia de la ISNA es seguir el camino pro Hermanos Musulmanes trazado por el exmiembro del Congreso estadounidense, el converso musulmán y miembro de los Hermanos Musulmanes, Keith Ellison, demócrata, candidato a liderar el partido, y recuerda la elección insensata de Hillary Clinton, de su colaboradora más cercana, Huma Abedin, del candidato a la vicepresidencia Tim Kaine y del mismo presidente Obama de defender a los Hermanos Musulmanes tanto en Estados Unidos como en el mundo árabe durante su mandato.


Primer elegido musulmán demócrata en el Congreso, Keith Ellison, que ha apoyado apasionadamente las manifestaciones de Black Lives Matter, mantiene una relación de hace tiempo con las asociaciones de los Hermanos Musulmanes y, también, con la muy radical y antisemita Nación del Islam de Louis Farrakhan, el fanático black muslim que ensalza a Hitler y defiende la supremacía negra-islámica.

En febrero de 2011, este miembro demócrata del Congreso declaró que los temores de una toma de poder en Egipto por parte de los Hermanos Musulmanes respondía a un «conspiracionismo» y era un «espantajo», a la vez que apoyaba activamente, como Obama, el candidato islamista Mohamed Morsi.

El Global Muslim Brotherhoods Daily Watch también ha recordado que en diciembre de 2008, Ellison fue en peregrinación a la Meca con ocasión de un viaje pagado por la Muslim American Society (MAS), uno de los dispositivos de los Hermanos Musulmanes estadounidenses vinculado a la organización egipcia, y que en septiembre de 2012 asistió a la 49 Convención anual de la ISNA con Tariq Ramadan y Rachid Ghannouchi, el líder de los Hermanos Musulmanes tunecinos, del partido Ennahda.


En febrero de 2011, este miembro demócrata del Congreso declaró que los temores de una toma de poder en Egipto por parte de los Hermanos Musulmanes respondía a un «conspiracionismo» y era un «espantajo», a la vez que apoyaba activamente, como Obama, el candidato islamista Mohamed Morsi, procedente de los Hermanos (partido de la Justicia y la Libertad, PJL, vinculado a los Hermanos Musulmanes), frente a los nacionalistas y moderados. Signo de que la administración Obama defendió oficialmente a los Hermanos Musulmanes durante la primavera árabe egipcia, Barak Obama insistió para que al menos diez miembros de los Hermanos Musulmanes egipcios del PJL fueran autorizados a asistir a su discurso histórico, muy islamófilo, llamado “del Cairo”, en junio de 2009. Recordemos también que justo antes de las primarias demócratas, en 2020, algunos grupos islamistas invitaron a todos los candidatos demócratas a asistir a la convención anual de la Sociedad Islámica de América del Norte, una de las agrupaciones más grandes de musulmanes estadounidenses, vinculada a los Hermanos Musulmanes. El senador de Vermont Bernie Sanders fue recibido como una verdadera rock-star, en virtud de sus grandes esfuerzos y como los de su director de campaña, Faiz Shakir, procedente de los Hermanos Musulmanes, para movilizar el “voto musulmán”.


La carrera para conseguir los votos de los Hermanos Musulmanes y la participación de Biden en la conferencia de Emgage USA


El 20 de julio pasado, el candidato a la presidencia, Joe Bidan, tomó la palabra en la cumbre del Million Muslim Votes [Un millón de votos musulmanes], una reunión de los delegados musulmanes de la Comisión Nacional del Partido Demócrata (DNC), organizado oficialmente por Emgage Action. Esta organización musulmana, creada hace catorce años, es una estructura activista electoral prodemócrata vinculadas a los Hermanos Musulmanes, cuyo leitmotiv es “un millón de electores musulmanes”. Busca «movilizar a los musulmanes estadounidenses, a fin de reclamar sus derechos y abogar en favor de sus preocupaciones», especialmente activando el electorado islámico en favor de los demócratas, percibidos como más abiertos a las tesis de los Hermanos Musulmanes que los republicanos y Donald Trump, acusados de “sionismo”, islamofobia o demasiado vinculados, según ellos, a los lobbies cristianos evangélicos. Biden es el primer candidato demócrata que se ha dirigido a este lobby islamista que posee capítulos activos en los swing-states  de Florida, Michigan y Pensilvania.

Joe Biden apareció en este evento de Emgage con su “consejero para los asuntos musulmanes”, Farooq Mitha, “asesor senior” en “compromiso musulmán” en la DNC (Demócratas)

Emgage, que se define come “el comité de acción política musulmana más grande del país”, ha apoyado a Biden después de que Sanders puso fin a su campaña para ventaja del primer. El exvicepresidente de Clinton ha heredado, de este modo, los contactos musulmanes de Biden, cuyo exdirector de campaña, Faiz Shakir, fue el primer musulmán a ocupar este papel para un candidato a las presidenciales.

Joe Biden apareció en este evento de Emgage con su “consejero para los asuntos musulmanes”, Farooq Mitha, “asesor senior” en “compromiso musulmán” en la DNC (Demócratas) y director ejecutivo de Emgage Action, además de con otras personalidades claves islamo-demócratas como Petra Alsoofy, directora de sensibilización y alianzas en el Instituto para la política y la comprensión sociales (ISPU) y la militante Linda Sarsour, excopresidenta de la Marcha de las mujeres contra la administración Trump, que tuvo que dimitir en 2019 tras ser acusada de antisemitismo, de mala gestión financiera y de proximidad con Hamas. Sarsour es conocida como activista radical de los movimientos antiisraelíes Boycott/BDS e incluso desfiló en una marcha de 2015 organizada por el ultraantisemita Louis Farrakhan, líder de la Nación del Islam. También conmocionó a la opinión púbica acusando a los políticos de su país de ser “más fieles a Israel que al pueblo estadounidense”.


Otros participantes a la conferencia: Khurrum Wahid (Emgage, antiguo consejero jurídico de CAIR y miembro de CAIR-Florida); Ilhan Omar (miembro del Congreso estadounidense de Minnesota y antiguo miembro del consejo consultivo de CAIR Minnesota); Abdul El-Sayed (antiguo candidato al cargo de gobernador de Michigan y antiguo vicepresidente de la Asociación de estudiantes musulmanes de la Universidad de Michigan); Nihad Awad, el muy radical director del Council on American Islamic Relations (CAIR), lobby islamista radical estadounidense muy influyente, fundada en 1994 y procedente de la infraestructura estadounidense de apoyo a Hamas; Salman Al-Marayati, jefe del Consejo de asuntos públicos musulmanes (MPAC sus siglas en inglés); Rashida Tlaib (D-MI), miembro del Congreso o el exdiputado demócrata musulmán Keith Ellison, y Azhar Azeez, cofundador de CAIR y presidente de ISNA.

«Los lobbies estadounidenses se organizan como no lo han hecho antes para garantizar que nuestros interese estén representados. El Million Muslim Votes Summit es el punto culminante de este trabajo y es con gran honor que el vicepresidente Joe Biden se asocia a Emgage Action para comprometerse con las comunidades musulmanas estadounidenses», declaró Wa’el Alzayat, director general de Emgage Action. «Me siento muy honrado de recibir la aprobación de Emgage PAC. […] Los musulmanes estadounidenses contribuyen cada día al tejido y al éxito de nuestra nación. Como presidente, defenderé inmediatamente a las comunidades musulmanas en todo el país, derogaré la prohibición de Donald Trump de dejar viajar a los musulmanes y haré de la diversidad la fuerza fundamental de nuestra nación, en lugar de demonizarla», respondió Biden, que además saludó a los musulmanes estadounidenses con un Salam aleykoum el día del debate televisivo contra Trump. Emgage apoya al antiguo vicepresidente de Obama, especialmente en razón de su promesa de abolir el travel ban de Donald Trump que impide a los viajeros de diversos países de mayoría musulmana viajar a los Estados Unidos, de su voluntad de aumentar el techo de admisión de refugiados y su plan de reforma del sistema de inmigración.

Emerge USA/Emgage USA se remonta a la fundación, en noviembre de 2006 en Broward, Florida, del «Center for Voter Advocacy» (Centro para la Defensa del Votante, CVA sus siglas en inglés), cuya misión era promover a los candidatos musulmanes en las elecciones.

La mera presencia de Biden en la conferencia de Emgage Action ha sido histórica para los lobbies musulmanes; ningún otro candidato a la presidencia había hablado nunca directamente a un grupo tan numerosos de musulmanes. Emgage Action, que aprobó oficialmente la candidatura de Biden en abril de 2020, es de hecho un comité de acción política (PAC sus siglas en inglés), es decir, un lobby electoral salido de los Hermanos Musulmanes. Antiguamente llamado Emerge USA (acrónimo de d‘Empowering, Motivating, & Educating Resourceful Grassroots Entities) hasta 2014, la casa madre de Emgage USA es una sucursal del Council on American Islamic Relations (CAIR), el lobby estadounidense más poderoso de los Hermanos Musulmanes en América del Norte, fundado en 1993, pero también el más radical, objeto en diversas ocasiones de investigaciones judiciales por sus vínculos con la organización terrorista palestina Hamas (a su vez la rama local de los Hermanos Musulmanes). El CAIR fue, además, calificado en 2008 por el Ministerio de Justicia de EE.UU. como “co-conspirador” del complot de financiación del terrorismo vinculado a la Holy Land Foundation, que sostiene a Hamas.


Emerge USA/Emgage USA se remonta a la fundación, en noviembre de 2006 en Broward, Florida, del «Center for Voter Advocacy» (Centro para la Defensa del Votante, CVA sus siglas en inglés), cuya misión era promover a los candidatos musulmanes en las elecciones. Su fundador, Khurrum Wahid, fue antiguo director de CAIR-Florida y consejero jurídico de CAIR National, al lado del militante Farooq Mitha, abogado, exconsejero de la administración Obama (2010-2011) y exdirector de la «sensibilización de los musulmanes» para la campaña de Hillary Clinton y “consejero del Partido demócrata” desde julio de 2008. Ha sido conferenciante regular de los eventos de los Hermanos Musulmanes apadrinados por el Círculo islámico de América del Norte (ICNA) y la Sociedad islámica de América del Norte. Además, Mitha ha sido nombrado en marzo de 2020 consejero senior de Joe Biden (para el “compromiso estadounidense”), forma parte del consejo de administración de Emgage USA y es miembro clave de USCMO, (U.S. Council of Muslim Organizations, Consejo de EE.UU. de Organizaciones Musulmanas), el primer grupo de coordinación política en Estados Unidos, creado en 2014 por los Hermanos Musulmanes bajo la égida del AKP en el poder en Ankara y al que Emgage está afiliado.


Reductio ad hitlerum y entrismo de los Hermanos Musulmanes por la puerta del antirracismo corrompido


Volvamos a Emgage USA: en ese webinaire, Biden se centró en denunciar la islamofobia, el rechazo a Trump, la necesidad para los palestinos e israelíes de tener su “propio Estado” y las contribuciones de los musulmanes en la lucha contra la pandemia del coronavirus, sin denunciar o ni siquiera mencionar el terrorismo o el extremismo islámicos. Fieles a la estrategia islamo-izquierdista, que consiste en demonizar sistemáticamente como “nazis” a sus adversarios, el presidente de Emgage, Wa’el Alzayat, ha declarado: «Nos enfrentamos a un ataque total contra los principios y valores democráticos en nuestro país y en el extranjero como no hemos visto desde el nacimiento del fascismo y el nazismo a inicios del siglo XX (…)», señalando así a Trump, el “islamófobo”. Y «Joe Biden es el tipo de dirigente que puede restaurar la promesa de Estados Unidos hacia sus ciudadanos, en especial los más vulnerables». Así ha invitado Emgage USA a Biden a “suprimir” el “régimen fascista” de Trump. Acusación que es una desfachatez por parte de los Hermanos Musulmanes si recordamos los vínculos estructurales, ideológicos e históricos que han unido, desde los años 30, a los Hermanos Musulmanes, el Gran Mufti de Jerusalén, Hassan al-Banna, o a su yerno Said Ramadan, a los nazis egipcios, suizos, alemanes y al mismo Hitler, aún considerado un hombre valiente porque mató a los judíos por el jurista de referencia de los Hermanos Musulmanes, Youssef Al-Qaradaoui, cofundador de numerosas de sus estructuras en Occidente. Esta extrema duplicidad es, además, la marca de fábrica de los Hermanos Musulmanes. En respuesta, Biden ha prometido a Emgage que si es elegido en noviembre, contratará a musulmanes en su administración y trabajará con el Congreso para que se adopte una legislación sobre los “crímenes de odio hacia los musulmanes”.


El candidato Biden recita un hadiz intolerante a petición de sus anfitriones los Hermanos Musulmanes


Durante ese mismo webinaire d’Emgage, Biden sorprendió citando un hadiz muy conocido [177] 78 – (49) de Sahih Muslim (los hadices son intenciones atribuidas a Mahoma y que tienen valor de ley -sharia-), que ordena a los «”verdaderos musulmanes creyentes” a luchar con la mano, la lengua y el corazón contra quienes no obedecen los mandamientos de Alá», codificado en la sharia. Mordechai Kedar, maestro de conferencia en el departamento de árabe de la Universidad Bar-Ilan, ha explicado el significado de este versículo que invita de hecho a la yihad llamando a «corregir todo lo que está en contra del islam (…). Cuando un musulmán oye a Biden, un no musulmán, recitar este versículo del Corán, se burla de él. Biden ha demostrado una ignorancia total sobre lo que ha leído. Los islamistas están muy habituados a estos idiota útiles», ha afirmado severamente Kedar. El 1 de julio de 2020, en la website de Jihad Watch, otro analista muy crítico hacia el filoislamismo de Biden, Matthew Edwards, ha resumido así el modo en que los Hermanos Musulmanes de Emgage han “penetrado” la campaña de Biden: una “campaña de influencia del movimiento islámico hacia el objetivo Biden”…


Como conclusión…


Según Pierre Rehov, reconocido experto en islamismo radical, periodista y gran conocedor de la vida política estadounidense, «tres figuras emblemáticas del Partido demócrata están en la zona gris respecto a esta cuestión: Rachida Tlaïb, elegida por la XIII circunscripción de Michigan, originaria de Ramallah, que da la impresión de representar más los intereses de Hamas y de la OLP que los de sus constituyentes. Ilhan Omar, de origen somalí, elegida por la V circunscripción de Minnesota, conocida por sus declaraciones antisemitas. Y por último, Linda Sarsour (que hemos citado anteriormente, ndr). Pero lo más inquietante, para el futuro de EE.UU. y el mundo libre, si Joe Biden gana las elecciones de noviembre, es que este, en la línea de Obama, que veía en ellos y en Irán factores de «estabilidad» en Oriente Próximo, no esconde su deseo de reanudar las relaciones con los Hermanos Musulmanes, por ahora considerados, gracias al presidente Trump, una organización terrorista.


El pasado 23 de septiembre, si bien sale muy poco de su búnker subterráneo, Biden tomó la palabra con ocasión de la 57 convención anual de la Sociedad Islámica de América del Norte (ISNA), cuyo presidente y vicepresidente son dirigentes desde hace mucho tiempo de los Hermanos Musulmanes a nivel mundial. Todos estos elementos no pueden más que subrayar una inquietud profunda si los demócratas ganan. Estados Unidos correría el riesgo de hundirse en el socialismo, dejando al mismo tiempo las puertas abiertas de par en par a la inmigración y retomando sus acuerdos con Estados que apoyan el terrorismo, como Irán. Sería un desastre absoluto que solo la reelección del presidente Trump puede evitar».


Publicado por Alexandre del Valle en Valeurs Actuelles.

Traducido por Verbum Caro para La Gaceta de la Iberosfera.

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